domingo, 8 de junio de 2008

DESAFÍO AL CÁNCER (RETO DE LOS 21 DÍAS)


A) Beba una botella completa del jugo (cerca de 25 onzas.) POR DÍA X 21 días
B) Beba un galón de agua DESTILADA cada día.


“El DESAFÍO DE LOS 21 DÍAS” propone que los individuos que tienen casos de salud crítica —tales como cualquier forma de cáncer— expidan un reto a su condición de salud, comprometiéndose a beber una botella entera de 25 onzas de jugo de mangostán cada día por un período de 21 días. Tomar por lo menos un galón (ocho vasos de 16 onzas) de agua pura —tal como agua de manantial— junto con el jugo.


De 4 a 6 horas es la media vida del jugo de mangostán en el cuerpo; se sugiere que el consumo de ambos jugo y agua se distribuya algo uniformemente a través de las 24 horas. Esto es importante para sacar las toxinas del cuerpo. ¡La única cosa incómoda sobre esto es la necesidad de permanecer muy cerca de un baño siempre!



NOTA: Es esencial que la cantidad recomendada de agua se consuma junto con el jugo. Mientras que se consume el jugo de mangostán, las células comienzan a funcionar normalmente para soltar toxinas en la corriente de la sangre y estas toxinas sean eliminadas del cuerpo.


El modo empírico para el consumo del agua es 1/2 onza por cada libra de peso corporal para los que sean sedentarios, o 2/3 onza por cada libra de peso corporal para los que sean activos. Por ejemplo, si usted pesa 100 libras y no es activo usted bebería 50 onzas de agua.


Para cerciorarse de que usted esta bebiendo toda la agua que necesita, tenga una jarra grande y llénela por la mañana, cerciorándose de consumir toda la agua antes de la noche (rellenarla como sea necesario). ¡Si no, usted pensará que usted ha tomado suficiente agua, pero de hecho, ese es raramente el caso! (si usted no puede beber el agua requerida, es mejor utilizar menos jugo de mangostán).

SUGERENCIA DE DOSIS DE JUGO DE MANGOSTÁN

DOSIS DE MANTENIMIENTO
(Para aquellas personas con EXCELENTE salud).


1. La dosis de mantenimiento para una persona adulta es de 1 onza al día (1 onza es igual a un caballito tequilero). Esta cantidad debe de aumentar a 2 onzas cuando se esté bajo situaciones de estrés o alguna enfermedad. Tome la dosis una media hora antes de ingerir cualquier alimento.


2. Los Atletas o personas que hagan ejercicio, deben de tomar 2 onzas diarias; también aquellas personas que sean de constitución grande o que tengan sobrepeso. Si es una persona de constitución pequeña o que pese menos de 45 Kg. Solamente necesitará una onza al día o una cucharada grande.


DOSIS DE CARGA

(Esta dosis le permite direccionar cualquier posible deficiencia nutricional en un tiempo mucho más corto y para saturar su cuerpo con los componentes terapéuticos del mangostán).


1. Tome 2 onzas de jugo de mangostán 2 veces al día. Tome su segunda dosis en un lapso de 4 a 6 horas después de que se tomo la primer dosis. Si desea o siente que necesita más dosis, puede tomar una tercer dosis. Recuerde que debe de tomar las dosis 30 minutos antes de cada alimento.

2. Continúe con ésta dosis durante 7 días, en ese lapso de tiempo se tomará una botella completa del jugo.


DOSIS DE MEJORAMIENTO DE LA SALUD # 1

(Estas dosis son para aquellas condiciones crónicas, agudas o serias, para preparar su cuerpo ante alguna cirugía y ayudarle a la recuperación posterior a la misma).


1. Tome de 4 a 6 onzas de mangostán diariamente durante 2 semanas cuando menos. Tómese la dosis distribuida durante a lo largo de todo el día. Tome el jugo con el estómago vacío y 2 onzas a la vez.


2. Cuando sus síntomas mejoren, reduzca la dosis a la de Mantenimiento o Prevención. Si su malestar o problema regresa, vuelva a tomar la dosis de Mejoramiento de la Salud # 1


DOSIS DE MEJORAMIENTO DE LA SALUD # 2.

(Esta es una forma más efectiva y agresiva de tratar los padecimientos).


1. Tome de 8 a 12 onzas de mangostán al día. Entre más serio considere su padecimiento, mayor deberá ser la cantidad que tome diariamente. Distribuya la dosis durante todo el día. Tome 2 onzas cada vez y 30 minutos antes de ingerir cualquier alimento.


2. Cuando mejoren sus síntomas, reduzca la dosis en 1 o 2 onzas. O sea, que si estaba tomando 12 onzas, puede reducir a 11 ó 10 onzas al día. Continué con ésta nueva dosis durante 2 semanas.


3. Si sus síntomas continúan mejorando, nuevamente rebaje la dosis 1 ó 2 onzas. Tome ésta nueva dosis durante otras 2 semanas. De esa forma debe de continuar bajando paulatinamente la dosis, hasta llegar a tomar 3 onzas al día en total.


Cuando sus síntomas mejoren, es muy importante que reduzca la dosis GRADUALMENTE, ya que hemos visto que cuando una persona con algún padecimiento serio reduce la cantidad drásticamente, no solamente los síntomas regresan, sino que el cuerpo no responde a la sustancia terapéutica de forma tan efectiva como lo hizo en un principio.


Reducir de forma gradual la dosis es esencial para que le demos tiempo al cuerpo a curarse. No por el hecho de que los síntomas mejoren, quiere decir que la condición subyacente (la enfermedad) esté curada. Esto puede llevar algún tiempo, y durante ese tiempo el apoyo del mangostán es verdaderamente invaluable.

viernes, 6 de junio de 2008

MANGOSTÁN Y DIABETES TIPO II


La diabetes es un tema complejo para tratar adecuadamente es un folleto como este, por lo tanto, mi tratamiento del tema se limitara solamente a conceptos generales. De hecho, existen varias enfermedades que son cubiertas por el término general de diabetes. La medicina ha definido por lo menos tres tipos principales (tipo I, tipo II, y diabetes latente; la que se manifiesta en épocas de estrés como el embarazo, etc.), pero estoy convencido de que en el próximo par de años se identificaran varias enfermedades distintas más. En esta publicación solamente tratare de la diabetes tipo II que todavía sigue llamándose diabetes no insulinodependiente, o de adulto, aunque estos términos son inexactos y no deberían usarse mas.

La diabetes es una enfermedad metabólica; descripción que merece explicación. El termino metabolismo, a menudo, se refiere tácitamente a todos los procesos químicos implicados en el sostenimiento de la vida. La digestión de los alimentos, el mantenimiento y la reparación de tejidos y la producción de energía son tan solo tres los elementos principales, pero constituyen las funciones metabólicas mas afectadas por la diabetes.

A los alimentos, por lo general los clasifican como carbohidratos, proteínas y grasa. Mientras cada tipo de alimento puede ser descompuesto para producir energía y mucha de la materia prima requerida para el mantenimiento y la reparación del tejido; cada uno de ellos posee funciones primarias en el cuerpo. Los carbohidratos (o almidones) son fuentes excelentes de energía de disponibilidad inmediata. Las proteínas principalmente sirven de materia estructural; pero también son usados como enzimas por el cuerpo. La grasa es un vehículo eficiente para almacenar energía; aunque ella también tiene numerosas otras funciones. Por ejemplo, es el componente principal de todas las membranas celulares y el elemento básico de construcción de las hormonas sexuales.

En circunstancias ideales (una persona normal, libre de enfermedades), la utilización de cada uno de los tres tipos de alimento esta en equilibrio y los productos de desecho son eliminaos eficientemente. Sin embargo, es importante notar que la simple extracción de energía de nuestros alimentos produce grandes cantidades de partículas químicas dañinas llamadas radicales libres. Estas partículas, causan daño celular generalizado; pero las funciones de mantenimiento y reparación del cuerpo son eficientes y, en un estado de buena salud, la mayor parte de los daños son reparados. No obstante, no son reparados del todo. Queda un remanente de daño sin repararse que, con los años, lentamente se acumulan; causando así el proceso de degeneración gradual que llamamos envejecimiento. Sin embargo, el envejecimiento es otro tema y solo lo menciono por que la diabetes afecta en gran medida el tamaño del déficit de reparación acelerando así el proceso de envejecimiento en forma significativa.

Los carbohidratos son digeridos (o hidrolizados) de las formas en que se encuentran en los alimentos. Uno de los elementos mas sencillos a que son reducidos en la glucosa. La glucosa es llamada un azúcar simple, y es el combustible preferido de todas las células del cuerpo. Por ejemplo, el cerebro no puede usar otro combustible que no sea la glucosa. La glucosa es convertida en energía por unas fabricas diminutas llamadas mitocondrias que solo existen dentro de las células. Por lo tanto, mandar glucosa a las células en forma eficiente es clave para una buena salud.

La insulina, es una hormona secretada por las células del páncreas llamadas células beta. La insulina, en cantidades suficientes, es esencial para llevar la glucosa desde el exterior de la célula hacia el interior. (La única excepción a esta norma son las células musculares que, durante el ejercicio, poseen la singular capacidad de absorber glucosa sin intervención de la insulina. De ahí que, el tener niveles insuficientes de insulina para transportar suficiente glucosa por la membrana de la célula hacia su interior, es un defecto fundamental en la diabetes.

En la diabetes tipo I, las células beta del páncreas han sido destruidas y el cuerpo no puede producir nada de insulina. El resultado es la muerte; si no se inyecta insulina.

En la diabetes tipo II, la mayoría de las células beta del páncreas todavía producen insulina. De hecho, en la mayoría de los pacientes de diabetes tipo II, el páncreas produce aun más insulina de referencia que el páncreas de una persona no diabética. Por lo tanto, el problema con la insulina ocurre solamente cuando las células del cuerpo desarrollan una condición llamada resistencia a la insulina y requieren de una cantidad mayor de insulina.

Para usar una analogía, la resistencia a la insulina es un trastorno grave que requiere la presencia de una concentración mucho mayor de insulina en sangre; de modo que la glucosa pueda abrirse camino para ingresar a la célula: estas concentraciones mayores de insulina ocasionan que el paciente diabético le de hambre; ya que la insulina estimula el apetito. Debido a que la causa fundamental de la resistencia a la insulina es la obesidad, puede resultar un circulo vicioso: la obesidad causa un incremento en la resistencia a la insulina… la resistencia a la insulina exige cantidades mayores de insulina para llevar glucosa a la célula… los altos niveles de insulina en circulación ocasionan un incremento en el apetito; lo cual lleva a un mayor consumo de alimentos, lo que empeora la obesidad, lo que aumenta la resistencia a la insulina, etc.

No es de extrañar que los diabéticos se desalienten cuando ¡sufren de una hambruna casi constante y se supone que no comen mucho! Adicionalmente, existe un trastornó en la velocidad con que responde un páncreas diabético al consumo de alimentos; en lo que a liberación de insulina se refiere. En personas sanas los niveles de insulina en sangre aumenta minutos después de comenzar a comer, y los niveles de glucosa en sangres se vuelven a normalidad de 1 a 2 horas después de comer. En los diabéticos este aumento de insulina se retrasa y el nivel de azúcar en sangre no vuelve a la normalidad a las dos horas después de comer. Esta elevación después de una comida (posprandial) de glucosa ha sido relacionada con complicaciones cardiovasculares de la diabetes (ataques cardiacos y paraplejías).

En resumen, pues, la diabetes se debe a una insuficiencia de insulina para que la glucosa se abra camino para ingresar a la célula. Aunque el diabético tipo II produce más insulina de la que necesitaría una persona normal, por lo menos a principios de la enfermedad, no tiene suficiente insulina. Tiene una deficiencia relativa de insulina. La glucosa no ingresa a las células en cantidades suficientes, y sus niveles en sangre aumentan.
Si el único trastorno en la diabetes fuese la incapacidad de obtener suficiente glucosa en la célula, seria lo suficientemente trágico, pero solo es la mitad del problema. Los altos niveles de glucosa en sangre extremadamente tóxicos. Directa o indirectamente causan un número de trastornos graves.

Lamentablemente, en mi experiencia, la mayoría de los diabéticos no se dan cuenta de la gravedad de estos otros problemas, de otro modo serian más diligentes en la administración del consumo de alimentos y el ejercicio.

Considere los siguientes hechos

Los diabéticos tienen dos veces la tasa de mortalidad por todo tipo de causa que los no diabéticos.
Los diabéticos tienen de 2 a 4 veces la tasa de mortandad de ataque cardiaco o apoplejía aun cuando tienen los mismos niveles de colesterol que los no diabéticos.
Los diabéticos componen el 6,2% de la población, pero representaron el 19 % de todas las personas mayores de 25 fallecidas en 1999 (450.000 personas)
La diabetes es la causa principal de insuficiencia renal requiriendo diálisis.
La diabetes es la causa principal de amputación no traumática de los miembros inferiores.

Los diabéticos tienen 40 % mas probabilidad de desarrollar glaucoma; 60% mas probabilidad de sufrir cataratas; y, la retinopatía diabética sola presenta hasta 24.000 casos nuevos de ceguera al año. El 70% de los diabéticos sufrirán daños al sistema nervioso; lo que puede conducir a:

1. Neuropatía periférica dolorosa de los miembros superiores e inferiores
2. Síndrome por atrapamiento de nervios como el del túnel del carpo.
3. Problemas de motilidad del colon como hinchazón, diarrea, estreñimiento, etc.
4. Deformidades del pie que conducen a la parálisis
5. Impotencia

Madres diabéticas tienen abortos no provocados en el 15 a 20 % de los embarazos y existe mayor cantidad de defectos en el 5 a 10 % de los nacimientos.
El 30% de los diabéticos sufrirán importantes enfermedades de la piel: erupciones, infecciones (orzuelos, tracto urinario, carbuncos…) descolorimiento de la piel, etc.
El 35 % de los diabéticos sufrirán enfermedad periodontal severa resultando en la perdida de dientes.

Todos hechos muy aleccionadores, por no decir mucho. En mi opinión, cualquier cosa que se pueda hacer para cambiar las consecuencias de la diabetes, debe hacerse.

RESULTADOS DEL MANGOSTÁN EN LA DIABETES TIPO II

Los pacientes que toman un suplemento de Mangostán informan:

Reducción de los niveles de azúcar en sangre en ayunas
Reducción de azúcar en sangre posprandiales a las 2 horas.
Niveles de energía mejorados
Menos apetito e incluso menos pérdida de peso.
Menos necesidad de medicamento hipoglicémicos.
Menos dolor por neuropatía.

Tan solo se puede especular sobre los diversos modos de acción del Mangostán; ya que todavía no se han llevado a cabo experimentos relevantes de laboratorio o pruebas de humanos. No obstante, estoy convencido, por los resultados clínicos, que las Xantonas actúan para reducir la resistencia a la insulina; el trastorno de fondo en la diabetes tipo II. Además, los alemanes tratan la neuropatía periferal con antioxidantes, y en todas las complicaciones diabéticas, sin excepción, esta implicado daño por radicales libres.

Por lo tanto, es razonable concluir que el poder antioxidante del Mangostán también se evidencia en los resultados reportados.

Dosificación:
1 onza 3 veces diarias hasta obtener resultados. Después reducir gradualmente la dosis de mantenimiento de 1 onza diaria.

EL MANGOSTAN y EL CANCER


El cáncer es un termino general que cubre una variedad de trastornos que tienen en común un crecimiento celular anormal y fuera de control que no se para por si mismo. En condiciones normales, el crecimiento celular esta bajo un estricto control de nacimiento de la célula igual a muerte de célula; de modo que el numero normal de células en el cuerpo sigue relativamente constante. A veces puede haber un crecimiento anormal no canceroso. Aun así, llamamos al tejido anormal “Tumor; pero es benigno y maligno (canceroso). En esta información solo trataremos sobre el Cáncer.

El mecanismo que estimula a las células a dividirse y multiplicarse (cuando el cuerpo necesita hacer trabajos de reparación o reemplazo), para después apagarlas esta bajo control de los genes contenidos en los cromosomas del núcleo. Estos genes, que son formados por ADN, pueden ser considerados como los policías de la sociedad celular. El núcleo de la célula formaría el centro de control para toda actividad regulartoria.

En el núcleo, el ADN, al igual que el disco duro de una computadora, contiene toda la programación para el cuerpo. Cuando sufre daño, por causa de radicales libre por ejemplo, puede corromperse o encorarse. Este daño se llama mutación y es el evento crítico que conduce al cáncer. Una mutación puede considerarse como la falta de un gen a cumplir con su deber.

Si empleamos nuevamente la analogía del policía, la mutación solo puede ocurrir si el policía (el gen) es corrompido por elementos criminales y el mismo se convierte en criminal o si se duerme en el trabajo y deja de trabajar mientras a su alrededor se llevan acabo cambios dañinos.

Siguiendo con la analogía, enfermedades, virus, contaminantes ambientales, alimentos peligrosos, etcétera, pueden considerarse como elementos criminales cuyo propósito es la desorganización de la sociedad de células en el cuerpo para después sacar provecho del caos y daños resultantes. Estos elementos criminales tienen agentes, llamados radicales libres, como locos, arremeten contra el cuerpo con armas automáticas que ellos disparan alrededor dañando las células sanas. Luego roban los electrones que quedaron desprotegidos por el ataque. Su objetivo primario es el ADN del núcleo, el centro de mando de la célula donde pueden causar el mayor daño.

Un investigador prominente de los radicales libres, el doctor Bruce Ames, estima que el material de ADN en cada una de los billones de células de nuestro cuerpo recibe aproximadamente diez mil ataques de radicales libres ¡cada día! La prevención de una brecha en las defensas del cuerpo cuando enfrenta un ataque de tal magnitud requiere del esfuerzo coordinado de todos los agentes del sistema inmunitario, que pueden considerarse como las fuerzas armadas del organismo, en colaboración de los policías o el mecanismo regulatorio de los genes.

Cuando, a pesar de los mejores esfuerzos del cuerpo, se abre una brecha en las defensas, se forma un tumor. Al igual que una ciudad capturada por fuerzas enemigas, el tumor se convierte en una fortaleza con múltiples mecanismos de defensa con los que resiste los ataques continuados del sistema inmunitario. Dentro de la fortaleza, los virus tumorales y células trastornadas proliferan y son enviados, como si fueran agentes secretos, para corromper (infectar) células sanas en otra parte. Las células del tumor mismo crecen en ausencia de las restricciones que gobiernan las células normales y, casi de inmediato, se convierten en tejidos de crecimiento rápido en el cuerpo. A medida que crecen rápidamente, roban alimentos y energía requeridos por las células sanas. Por esta razón, pacientes de cáncer pueden parecer muertos de hambre y demacrados (el termino medico es caquexia). Los tumores causan dolor al hacerse lo suficientemente grandes para oprimir nervios y otras estructuras sensibles al dolor. Pueden obstruir conductos o intestinos causando una severa disfunción corporal. A menudo toman posesión de órganos enteros, por ejemplo el hígado o los pulmones, atestando las células funcionales y conduciendo el órgano hacia su muerte.

Muchos canceres se propagan o metastatizan; localizándose en otras áreas del cuerpo (¿recuerda los virus tumorales “agentes secretos”?), invadiendo órganos lejos de donde comenzaron originalmente. En contraste, la mayoría de las células normales están ancladas en su sitio. Debido a esta movilidad, una célula de cáncer de mama, por ejemplo puede abrirse camino hacia el cerebro y comenzar otro tumor. Cuando se hacen presentes las metástasis (sitios distantes de invasión cancerosa) el enemigo ya ha desarrollado varias fortalezas por todo el cuerpo. Si el cáncer no se controla, la muerte es el resultado inevitable.

La intervención normal del cáncer se centra en la extirpación quirúrgica de tumores y, o su destrucción mediante radio o quimioterapia. Aunque son poco comunes, también existen terapias inmunoestimuladoras. Desafortunadamente la mayoría de estas intervenciones también dañan el tejido normal sano. Por ejemplo, la quimioterapia indiscriminadamente destruye todas las células de crecimiento rápido (a veces produciendo en el acto un gran número de radicales libre). Por lo tanto, mientras esta dirigida al cáncer, también destruye folículos pilosos normales, células de medula ósea que producen sangre, las células que recubren el intestino y, más importante, las células protectoras del sistema inmunitario que son esenciales para prevenir la infección. El desafió de la terapia es el de destruir el cáncer antes de que la quimioterapia u otro tratamiento debilite mortalmente al paciente.

¡Resulta irónico pensar que la radiación y los ataque de radicales libres de la quimioterapia, que son usados para destruir los tumores, se parezcan a los procesos que causaron el cáncer en primer lugar.

Aunque la mayoría de los médicos comúnmente no los reconocen como tales, los suplementos alimenticios pueden ser adjuntos valiosos en el tratamiento normal del cáncer. No ha surgido evidencia convincente que pruebe que interfieren con la quimioterapia; aunque algunos investigadores han estudiado la posibilidad. Adicionalmente, al contrario de los medicamentos que no hacen nada para prevenir el cáncer; los suplementos alimenticios resultan extremadamente eficaces en regular la disfunción celular que conduce a mutación y cáncer. “Una onza de prevención vale una Tonelada de cura” ¡nunca ha sido mas propicio!

Las Xantonas del Mangostan (fitocéuticos que solo se encuentran en esta planta) poseen una capacidad probada de destruir células cancerosas; de hecho, una Xantona, la Garcinona E. fue mucho mas eficaz que cinco agentes empleados comúnmente en la quimioterapia para tratar el cáncer de estomago, hígado y pulmón (vincristina, mitos-antrona, 5-fluorouracil, cisplastina y metotrexato) según un reciente estudio in Vitro bien diseñado.

Con el fin de comprender los diferentes medios por los que los fitocéuticos del Mangostan nos protegen del cáncer, tengo que volver un momento a la teoría mas aceptada del desarrollo de cáncer.

Paso 1: El material genético (ADN) de la célula es dañado por radicales libres de contaminación, residuos metabólicos e infección o enfermedad y ocurre MUTACION.

Paso 2: La célula dañada se divide y comienza a desobedecer las reglas de la duplicación celular normal. El cáncer ahora es un hecho.

Paso 3: Los carcinógenos luego promueven el desarrollo y la progresión del tumor a menudo conduciendo a metástasis.

¿En que punto intervienen los fitocéuticos del Mangostan en este proceso mortal? Pues, la respuesta es que además de ser agentes antitumorales cuando el cáncer ya es un hecho, previenen y detienen los cambios cancerosos en cada paso. Es bastante imposible para nosotros evitar exponernos a los cancerigenos y los ataques de radicales libres que siguen a estos, pero los antioxidantes y otros fitocéuticos activos presentes en el Mangostan pueden proveer protección de daños celulares críticos. Lo logran mediante la regulación de la expresión del gen y reparando el daño causado por radicales libres. En otras palabras, protegen contra el cáncer tanto al ayudar a los policías (los genes) como a las fuerzas armadas (el sistema inmunitario) a volverse más eficaces previniendo en primer lugar la mutación.

Además, los elementos biológicamente activos del Mangostan impiden la promoción y el progreso del cáncer cuando si ocurre daño al ADN; atacando finalmente a los tumores exigentes. Unas palabras de advertencia; en “Mangostan: El factor X”, he descrito la diferencia entre medicinas y fitocéuticos.

Las medicinas son como un martillo comparado con los mazos de goma de los fitocéuticos. No vaya a discontinuar ningún tratamiento de cáncer para reemplazarlo con Mangostán. Los fitocéuticos actuaran aun en presencia de otras terapias de cáncer. Recuerde también que no hay evidencia firme que el uso de fitocéuticos perjudique la eficacia de la quimioterapia.

Para terminar, aunque es muy emocionante darse cuenta lo que harán los fitocéuticos del Mangostan en el área del tratamiento de cáncer, es mucho más importante prevenir en primer lugar el desarrollo del cáncer. No hay nada que lo haga mejor que el Mangostan. El esperar hasta que usted desarrolle cáncer para aprender como manejarlo no seria muy inteligente. Tal vez no se de cuenta de la labor protectora que esta realizando en su cuerpo, pero a medida en que vayan pasando los años; los resultados que usted experimentara serán difíciles de imaginar. Desafortunadamente, muchos de sus amigos que eligieron no suplementar, no estarán presentes para celebrar su buena salud.

Dosificación:
2 a 3 onzas de 2 a 3 veces diarias si hay cáncer